La carta que nunca leerás
LA CARTA QUE NUNCA LEERÁS
Quise guardar en mi alma el
recuerdo de tu partida. Así estarías dentro de mí para siempre. Te llevaría a
todas partes y serías testigo de lo buena que sería mi vida sin ti.
Cuando cerraste la puerta detrás
de ti, entendí que nuestro mundo tenía fronteras, grandes barreras que nosotros
no podíamos derribar. Un amor imposible que solo el destino sabrá la razón de
nuestro adiós.
Tú, con tu vida llena de
oportunidades, con ganas de comerte el mundo en cada respiro y yo, con un
laberinto de sentimientos que no sé si son buenos, o si son malos.
En medio de toda esta catarsis,
entiendo que fui cobarde, no debí dejar que cruzaras el umbral de mi puerta sin
retenerte. Tal vez aún estuviéramos juntos, ya no lo sabré.
Frente al espejo y después de
tantos años de haberte perdido, miro el horizonte y me pregunto a mí misma:
¿Aún lo amas? La respuesta está en mi corazón pero mi mente manda mensajes
negativos, mismos mensajes que impidieron que detuviera tu camino aquella noche
lluviosa.
Te vi partir, me quedé muy
callada, observando cómo te alejabas en el horizonte. Paralizada por el
orgullo, me negué a tus deseos de volar juntos, de tomar nuestros pasaportes,
cerrar los ojos y cambiar de mundo. Me negué porque mis deseos eran otros y
siempre estarán primero, por el maldito orgullo. Estaba segura que era el momento de continuar
sola y en todo este tiempo, he cumplido con todos mis sueños, pero me haces
falta. Te extraño.
No sé qué ha sido de ti. Por ser
importante para mí, imagino que debes estar triunfando. Siendo el mejor en
todo. Y yo aquí, escribiendo una carta que nunca leerás en la tienda de
sombreros dónde nos juramos amor eterno… ¿Que si aún lo amo?, sí… aún te amo... Te amaré siempre...
MONISA
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias. Dios te bendice
Comentarios a: hablemosdevivirhoy@gmail.com