Marcados por Dios

Esto es lo que Dios ha puesto en mi corazón hoy:

MARCADOS POR DIOS

Referencias Bíblicas: 

Ezequiel Cap. 8 (Visión de las abominaciones en Jerusalén)

Ezequiel Cap. 9 (Visión de la muerte de los culpables)


Cuando Dios nos marca y nos pone una señal, nos libra de la muerte.


Dios no abandona a quienes le aman, le adoran y le alaban en Espíritu y en verdad. Cuando permanecemos en su camino, sin mancha, él nos protege y pelea nuestras batallas (Romanos 12:2 y Deuteronomio 3:22 )

El profeta Ezequiel en una de sus visiones, observó las abominaciones del pueblo de Israel contra Dios, dentro y fuera del templo. Dios escuchó lo que el pueblo decía; ellos decían que Dios había abandonado la tierra y que no los veía (Ezequiel 8:12)

Hacemos cosas pensando que Dios no nos ve. Cuando estamos sumergidos en nuestra angustia pensamos que Dios nos ha abandonado y no es así.

Nuestro Padre Celestial, sabe todo de nosotros, lo que hacemos y dejamos de hacer, él conoce cada uno de nuestros pensamientos, no hay nada en nuestro corazón que esté oculto para él. No limitemos el poder de Dios, ni pensemos que se ha olvidado de nosotros aun cuando a simple vista pareciera que nos ha dejado solos. Eso es lo que el enemigo quiere que creamos para destruir y debilitar nuestra Fe y relación directa con Dios.

Viviendo en medio de tanta maldad y abominaciones  contra Dios en este mundo, el Rey de los Cielos, nos da la oportunidad de salir librados de su castigo hacia los que hacen mal, si clamamos a Dios y no apoyamos las malas acciones de los que buscan dañar su creación, él nos librará de la muerte.

Tal y como lo hizo  con el pueblo de Israel cuando aún eran esclavos en Egipto, les dijo a través de Moisés que colocaran sangre de cordero en los postes de sus puertas para que el Ángel de la muerte no tocara sus vidas (Éxodo 12:7 y 12-13). Esa fue la señal contra la plaga que iba sobrevenir a Egipto por no liberar al pueblo de Dios.

Dios nos marca,  nos pone una señal, nos sella para guardarnos del mal. (Ezequiel 9:4-5). Esa marca tiene un precio. Ese precio es el compromiso que tenemos de no ser parte de las abominaciones de este mundo, porque cuando Dios nos marca y somos sus escogidos, ya no somos de este mundo y por ende no debemos seguir sus corrientes (Juan 15:19)

"Dios está en medio de nosotros, viendo nuestra vida y acciones. No seamos parte de la maldad de este mundo. 
Hemos sido marcados por Dios y cuando venga su furor contra los que hacen maldad a él y a su creación, seremos librados de la muerte  por cuanto hemos guardado su palabra, le hemos alabado, adorado y permanecido en su camino, orando y rogando por  su misericordia y su inmenso amor en todo tiempo"

¡Dios te bendiga!
Mónica

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