¿BAILAMOS?

  ESTO ES LO QUE DIOS HA PUESTO EN MI CORAZÓN



¿BAILAMOS?

(Génesis 2:22-24)


Prepararnos juntos para nuestra cita, escoger el mejor vestuario para sentirnos bien, acudir al mismo sitio porque decidimos pasar un buen rato juntos, ese buen rato que puede ser para toda la vida. 

Escoger ambos el ritmo y mover los pies en sincronía para evitar sobrepasarnos y pisarnos en el intento de lograr un buen baile. 

Sujetar fuertemente nuestras manos  para no caer en los giros, y en las vueltas fuertes confiar, tu en mi y yo en ti, para sostenernos y no caer en la pista. Pero si aún así caemos, juntos reírnos en el piso y juntos levantarnos sin olvidar lo más importante: sin soltarnos de las manos.

Las relaciones de pareja no son fáciles, cada uno tiene su forma particular de ver la vida y  somos seres humanos imperfectos, cada uno vivió, sufrió y aún trata de sanar sus heridas. Solo por eso, debemos comprender que el otro, es eso... el otro. Con sus luchas, defectos y virtudes.

No somos nadie para juzgar, no somos nadie para señalar. Cuando entiendes que tu no eres más ni menos que tu pareja, entonces nivelas tus sentimientos y aterrizas en la realidad de que cuando decides estar con una persona es porque aceptas que es un mundo aparte pero que si están juntos, todo será más llevadero para ambos solo si "ambos" ponen de su parte para seguir bailando.

Una relación de pareja es como ir juntos a un baile. Todo es un consenso. No puedo asistir a un baile al cual no quiero ir, no puedo bailar una música que no me gusta y tampoco estoy obligada/do a hacerlo. Sencillamente me siento o me voy del baile.

En ocasiones no decides irte, esperas a ver si cambian la música, pero a veces la espera es larga y se te va la vida esperando aquello que no llegará, y cuando no hay más alternativas entonces te vas... cansada/do de escuchar la misma música, aburrida y con ganas de salir corriendo sin retorno.

¡Lo peor que puedes hacer es aguantarte un mal baile! 

Te dolerán los pies y sentirás los zapatos apretados, te cansarás y revisarás si vale la pena o no seguir aguantando... 

Nunca permitas que un mal baile defina tu vida, si escoges bien a tu pareja, podrán bailar para siempre si juntos deciden hacerlo poniendo a Dios como el DJ de sus bailes. 

Ese DJ que no pondrá una música que no le gusta a ambos, ese que nos dice que somos uno solo cuando decidimos unirnos en una sola carne (Génesis 2:24)

El amor a Dios, el amor a tu pareja, la empatía, el respeto, valorar a tu pareja, la confianza, la fidelidad, la lealtad son ritmos variados, que te permitirán bailar en armonía con tu pareja por la vida entera. No es fácil armonizar, pero con mucha oración y fe en Dios se logran los mejores consensos.

Los celos, la ira, el orgullo, la envidia, la falta de respeto, la presencia del pasado en medio de la relación, la falta de amor y confianza son ritmos que no armonizan y dañan la relación. Es un ruido eterno en la pista que al escucharlo, deseas apagar todo y huir. 

Pero hay una forma de eliminar ese ruido, te diriges al DJ y le pides que te cambie la música, le pides a Dios que quite ese ruido de tu vida, le pides tranquilidad y paz. 

Cuando fuere el momento, el ruido se irá y la gracia de Dios te hará escuchar nueva música, nueva vida en él. (Proverbios 3:5-6)

Comprender al otro, tocar sus manos y saber lo que siente, sentir solo con la mirada lo que hay dentro de su corazón... hay que bailar mucho y muy de cerca para llegar a ese nivel. 

No es imposible... 

Escoge bien con quien decidas bailar en tu vida... 

A veces solo tienen oportunidad para un baile más... después de eso ya no más.

Dios te Bendiga

Mónica




 






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