LO QUE NO ESCUCHAMOS, NOS MARCA

 ESTO ES LO QUE DIOS HA PUESTO EN MI CORAZÓN




 (1 CORINTIOS 1:26 AL 31)

HAY CONVERSACIONES QUE NO ESCUCHAMOS, PERO QUE DEFINEN NUESTRA VIDA PARA SIEMPRE. 


Cuando Dios habla a otros para bendecirnos a nosotros, no lo vemos ni nos enteramos en el momento, pero vivimos los resultados con el tiempo.

Dios solo quiere protegernos, nos ama y no quiere que nuestra alma se pierda. El tiene un propósito para cada uno de nosotros, y espera que le alabemos, adoremos y le reconozcamos como nuestro único Señor y Salvador. 

Cuando David iba a ser llamado para ser ungido y ocupar el cargo de Rey de Israel, Dios no habló con él antes de su proceso. Dios habló con el profeta Samuel. (1 Samuel 16:1 al 13)

Uno a uno pasaron los hijos de Isaí y ninguno era el escogido. Es Dios quien nos escoge porque nos mira desde el corazón (1 Samuel 16:7)

David no sabía que Dios había conversado con el profeta Samuel sobre que él era el ungido de Dios para gobernar a Israel. David, el menor, el más pequeño, no estaba en casa entre los hijos de Isaí. David estaba donde Dios lo tenía, apacentando las ovejas y fue llamado, fueron a buscarlo. Donde estemos, Dios mandará a buscarnos y hasta que no seamos llamados, no sabremos el propósito de Dios con nosotros. (Juan 15:16)

David, aunque el más pequeño y a simple vista indefenso, fue escogido por Dios para una gran misión, ser el Rey de Israel. Para Dios no tenemos que ser experimentados, él nos prepara, nos sostiene y nos acompaña (Isaías 41:13)

Conocemos la vida del Rey David, su reinado y sus pecados. Su proceso no fue fácil.  A pesar de todo eso, Dios no lo abandonó (2da Samuel 7: 4-11)

Job no sabía de la conversación que sostuvo satanás con Dios y el desafío que tenía que enfrentar tras la tentación de quitarle todo, pensando el diablo que con esa hazaña, Job dejaría de adorar y confiar en Dios. Pero Job era un hombre temeroso de Dios (Job 1:1)

El diablo conocía el cerco que Dios había puesto alrededor de Job para que no fuese mancillado. Dios y satanás conversaron sobre la pureza y fidelidad de Job  y satanás aseguraba que la razón porque Job era fiel a Dios, era porque las bendiciones de Dios eran abundantes  y si no fuese así, seguramente Job no creyera tanto en el poder de Dios (Job 1: 6-12)

Job no sabia lo que Dios y satanás habían conversado, no imaginaba todo lo que le sobrevendría para probar su fidelidad y amor a Dios. Permaneció en Dios y resistió todo. No vaciló en bendecir a Jehová. (Santiago 4:7)

Dios conoce nuestras luchas, y no permitirá que seamos tentados más de lo que podamos resistir (1 Corintios 10:12-13) En cada una de nuestras luchas debemos alabar a Dios, pedir fortaleza para sobrellevar las tentaciones confiando en que él nos dará la salida y la victoria.

Sabemos que a Job le fue quitado todo pero eso no fue motivo para dejar de confiar en el poder y menguar su fidelidad de Dios (Job 1:21) No importa lo que hoy te quiten o pierdas o sufras por causa de alabar a Dios y permanecer en sus caminos. Serás recompensado mañana y esa es una promesa. (1Pedro 5:6-10)

Saulo de Tarso, conocido después como el Apóstol Pablo, fue un perseguidor de la iglesia, azotaba y encarcelaba a los cristianos. Era fiel a lo que hacía, realizaba muy bien su trabajo y estaba convencido de que exterminar a los que fueron seguidores de Jesús era lo correcto.  Era un soldado obstinado y firme en sus convicciones y odiaba a quienes eran seguidores de Cristo. Consintió en la muerte de Esteban, lo dice en Hechos 8: 1-3

Saulo de Tarso no sabía lo que Dios había conversado con Ananías (Hechos 9:10-16), no tenía idea de todo lo que Dios quería hacer con él, la transformación que vendría a su vida y de todo lo que le era necesario padecer por el Evangelio de Cristo, a quien perseguía con furia y tenacidad. 

Dios pudo escoger a alguno de los que ya eran fieles a su palabra, pero no fue así. Escoge a quien menos esperamos para que le alabe y le glorifique. La vida de Saulo se transformó, a tal punto de reconocer que ya no vivía por él mismo, sino que Cristo, a quién persiguió por tanto tiempo, era quien vivía en él. (Gálatas 2:20).

3 días sin ver y sin comer, Dios provocó un alto en su vida, cuestionó su trabajo y persecución ( Hechos 9:4-9) Cuando Ananías le dió el mensaje de Dios, Saulo pudo huir y continuar con lo que hacía, pero decidió obedecer, cambiar su vida y padecer por el Evangelio de Cristo.  (Hechos 9:18)

Al Dios que el Apóstol Pablo perseguía con tanta firmeza, es el mismo Dios a quien le alabó y glorificó  aún en su encierro en una cárcel, al borde de la muerte por la picadura de una serpiente y  sin importar sus padecimientos no dejó de confiar en el poder Dios para librarlo de todo.

Tal vez estas vidas no son ni parecidas a la tuya. Seguramente no te ha tocado pasar por tanto, pero Dios tiene un propósito con cada uno de nosotros y puede ser que hoy él este conversando con alguien sin que tu sepas. 

Puede ser que Dios esté preparando a alguien para bendecirte, ungirte, permitir que seas tentado, o atacado para que hagas un alto en todo lo que llamas "tu gran vida" el día de hoy.

Dios te llama y debes acudir a su llamado. Debes estar dispuesto

Dios obra en nosotros por un propósito, aunque no lo veamos. 

En silencio aunque no lo sepamos.

Dios te Bendiga

Mónica









 


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