¡LEVEN ANCLAS!
ESTO ES LO QUE DIOS HA PUESTO EN MI CORAZÓN
Hebreos 8:12
"Yo les perdonaré su iniquidad y no me acordaré más de su pecado"
De hierro y muy pesada, el ancla es lo que detiene el rumbo de los barcos y los aferra al fondo del mar para que no puedan ser movidos a otro sitio distinto al que ya ha determinado el marinero.
El ancla hace que las embarcaciones hagan un alto en su navegar, una pausa que aunque muchas veces no es muy larga, hay momentos en que nunca zarpan de un puerto. Se estancan.
Somos marineros y marineras que emprendemos nuestro viaje cada día. Anclamos en unos puertos y levamos ancla en otros. Pero muchas veces nos quedamos anclados en puertos llamados "pasado", con la promesa en la mente de emprender nuevos rumbos, y en ningún momento nos movemos, solo lo deseamos sin hacer nada para soltar ese gran peso.
¡Así nos detiene el pasado, como el ancla detiene a los barcos!
La decisión de partir o quedarse anclado es del marinero. Es momento de dar la orden para zarpar a nuevos rumbos. Dejar atrás la ira, las mentiras, los malos hábitos, esos puertos que solo nos estancan y nos alejan de las bendiciones que tiene Dios para nosotros.
Dios nos perdona y no se acuerda de nuestro pecado.
No te quedes en los puertos de tu pasado que solo te han alejado de Dios.
Es hora de dar la orden:
¡LEVEN ANCLAS!
Hay un camino que aunque estrecho, te llevará a la vida eterna.
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Gracias. Dios te bendice
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